jueves, 23 de mayo de 2013

Real Madrid: hora de ser valientes.

Ancelotti en principio, y Klopp, Heynckes, Benítez o Villas-Boas en la recámara. Todos ellos entrenadores con nombre y pedigrí internacional, todos ellos decisiones fáciles. Cualquier persona que conozca mínimamente el mundo del fútbol, podría fichar a estos entrenadores. Para elegir a uno de ellos no hace falta ser Florentino Pérez o Jose Ángel Sánchez, es una elección a dedo basada en lo evidente, con personas de las que nadie duda y con las que en caso de fracaso, el que elige se cubre las espaldas, ya que pocos aficionados cargarían contra la presidencia o la dirección general cuando se fichan entrenadores tan contrastados.

Es momento de cambiar, de dar un golpe de efecto y apostar por un entrenador de un perfil más bajo. Un entrenador sin experiencia en grandes equipos, y al que el Madrid le diera su primera gran oportunidad para demostrar lo capaz que es. Total, se fichó a Mourinho porque "garantizaba títulos", y no ha sido así. Se puede confiar en otro entrenador que no garantice títulos, pero si garantice ilusión, humildad, trabajo y honradez. ¿Nombres? Hay bastantes técnicos que llevan muchos años en equipos medianos o pequeños haciendo las cosas muy bien: Pepe Mel, Unai Emery, Djukic o Paco Gémez. Incluso Roberto Martínez, que pese a descender este año con el Wigan, ha hecho grandes cosas para el club y ha intentando jugar bien al fútbol, ganándose así el respeto de una liga tan complicada como la Premier.

Ya se que todos recordareis con este artículo lo mal que fue con Pellegrini, siendo esta una elección valiente con un entrenador de otro perfil. Pero por una mala experiencia no se puede hipotecar una idea para siempre. Además, aquel año coincidió con el apogeo del mejor equipos de la historia. Equipo por cierto, comandado por Guardiola, que hasta aquel momento no había entrenado nunca en primera división. No salió mal del todo, ¿No? También acertó el Barça con Rijkaard en su día, otro entrenador sin nombre en España.

Quizá una elección sencilla sea más fácil de entender por muchos, pero a la larga, un fichaje diferente te puede dar una identidad y una estabilidad que si hay algún equipo que la necesita, es el Madrid.

lunes, 13 de mayo de 2013

Barça, un campeón en 19 jornadas.

Tras varias jornadas de liga, en las que la emoción la ponen los equipos que quieren evitar el descenso y los que pelean por las plazas que dan acceso a Europa, el Barcelona se proclama matemáticamente campeón a falta de tres jornadas por disputarse. Aunque la verdad es que se vio campeón varios meses atrás. Fue en el mes de enero, mientras los azulgranas barrían partido sí partido también a su rival, el Madrid seguía dejándose puntos fuera de casa y el Atlético dejaba claro que pese a su fantástico inicio, no iba a poder pelear el título. Fue en aquel momento cuando se ganó la liga, aunque sea hoy cuando se celebre.


Y el caso es que este larga espera para poder festejar lo ya anunciado, sumado a la estrepitosa eliminación en Champions frente al Bayern, ha ido devaluando el impacto mediático de la consecución de esta liga. Digo impacto mediático, porque son algunos medios de comunicación los que han intentado restar importancia un título tan importante como este. Lo malo es que estos medios, se olvidan que pueden persuadir a algunas personas (borregos a mi parecer), pero no al equipo de Vilanova, que sabe de sobra que han hecho un año espectacular. Principalmente los partidos de la primera vuelta, que fueron un paseo tras otro. Y en los que no pudo ser así, ahí estuvo Messi para abrir el tarro de las esencias.

En la segunda vuelta en cambio, además de haber tenido un bajón físico y de juego en general, ha habido motivos para acabar algo más alicaídos. Y es que la derrota en liga en el Bernabeu, sumada a la eliminación en Copa contra los madridistas, hizo sonar las alarmas en cuanto a la fiabilidad del equipo. Menos mal que Mourinho y compañía ya se habían encargado de perder la liga tras una primera vuelta lamentable. Esta 'recesión' en el juego durante la segunda vuelta culé, no debe ser motivo para olvidarnos de valorar los muchos méritos hechos por el equipo durante la primera vuelta, pero si debe tenerse en cuenta para cimentar el Barça de la temporada que viene.

No deberían tampoco los aficionados al Barça olvidar que hace no tantos años estos éxitos no eran tan habituales. Tendrían (y seguro que lo hacen) que mostrarse orgullosos del 'Super Equipo' en el que se ha convertido el Barça, no el mejor a día de hoy como ha querido vender Rosell equivocadamente (una vez más y ya son demasiadas), cosa que quedó clara ante el Bayern. Lo que si ha dejado claro el equipo en este tiempo, es que es capaz de conseguir sus objetivos con un estilo y una seña de identidad inconfundibles, dejando ante el mundo del fútbol una imagen ejemplar, de seguridad y de confianza. Cabe destacar también que ganar desgasta, que si hay algo más difícil que jugar bien, es tener hambre para hacerlo, y este equipo lo ha demostrado sobradamente con la actitud que han tenido gran parte del año.

martes, 7 de mayo de 2013

Where amazing happens: semifinales

La espectacular jornada de NBA que se vivió ayer por la noche, sirve para que me lance con mi primera entrada sobre baloncesto. Situando como están las cosas, el playoff se encuentra en las semifinales de conferencia. En el Oeste pelean por un lugar en la final cuatro equipos:  Oklahoma contra Memphis (1-0) y San Antonio ante Golde State (1-0). Por el Este, New York se enfrentra a Indiana (0-1) y el máximo candidato al título, Miami, disputa su semifinal contra Chicago (0-1).


Esta pasada madrugada se disputaron dos partidos. En el primero saltó la sorpresa, ya que los Bulls ganaron a los Heat en el AA Center por 93-86. Los de Chicago fundamentaron su victoria en una gran defensa de J.Butler sobre Lebron James, el poderío de Noah en el rebote ofensivo y el acierto ofensivo de Nate Robinson con 27 puntos y dos canastas fundamentales en los últimos segundos. Pese a la derrota, Miami sigue siendo claro favorito. Quizás les haya pasado factura el estar diez días esperando a su rival después de ganar 4-0 a los Bucks. Pasado mañana, segunda entrega donde los Heat deberán ganar si no quieren complicarse mucho la eliminatoria.


En el otro encuentro disputado en el AT&T Center se vivió un espectaculo tremendo. Y es que el estilo de estos dos equipos no es para menos, con un baloncesto muy alegre por ambos bandos. Los de San Antonio con un gran juego colectivo y una muy buena circulación de balón, y los de Oakland con cañoneros como K.Thompson, J.Jack y sobretodo con Stephen Curry. Este último se marcó un tercer cuarto espectacular con 24 puntos para un total de 44 al final del partido. Los de Popovich tenían el partido perdido en el último cuarto, pero consiguieron remontar una desventaja de hasta 18 puntos de la mano de Green y Parker. Tras dos prórrogas, la constancia de los locales les hizo llevarse el encuentro por 127-129 gracias a un triple de Ginobili y el posterior fallo de Jack.



Os recomiendo ver todo lo que podáis de las cuatro semifinales, ya que es ahora cuando todas las estrellas muestran su máximo nivel y la intensidad en cada partido es infinitamente superior a los de fase regular. Os dejo el link donde podéis encontrar todos los horarios y canales para no perderos ningún partido.

http://www.canalplus.es/nba/horarios/

lunes, 6 de mayo de 2013

El regreso de la Juventus

Fue un golpe duro descender por sanción a la Serie B, quedando en evidencia delante de todo el fútbol mundial por un caso tan vergonzoso como el "Moggigate". Con el descenso de aquel verano de 2006, la Juventus perdió a grandes jugadores como Ibrahimovic, Thuram, Cannavaro o Zambrotta. Para volver a la Serie A, se quedaron algunos de los que a día de hoy son leyenda de este club: Buffon, Nedved o Del Piero. Pese a empezar con nueve puntos de desventaja, se logró el ascenso esa misma temporada con un equipo plagado de jugadores jóvenes.

Han tenido que pasar varios años, con cambio incluido de estadio (precioso Juventus Stadium), para poder formar un equipo acorde a lo que debe ser un histórico como la Juve, devolviendolo a lo más alto. Principalmente de la mano de dos piezas clave. La primera es la figura del entrenador, Antonio Conte. El que fuera jefe del centro del campo de la Juventus durante trece temporadas fue una apuesta por la que pocos daban un duro. Sin apenas experiencia y con más penas que alegrías durante su breve trayectoria como entrenador, fue el elegido. Sin embargo, con mucho trabajo y firmeza ha creado un equipo de gran personalidad y un juego que la mayoría de equipos italianos carecen.

Mucho de este estilo tiene que ver con el principal fichaje de esta era: Andrea Pirlo, segunda pieza clave del proyecto bianconero. El veterano 'regista' ha terminado la temporada dando signos evidentes de decadencia. No obstante, durante la temporada pasada y buena parte de esta, ha dotado al equipo de un estilo inconfundible que ha llevado a la Juve a ganar dos Scudetti consecutivos desarrollando un gran fútbol. El fichaje fue arriesgado teniendo en cuenta su edad, pero ha resultado todo un éxito. El Milan debe estar tirándose de los pelos.

Vidal, Lichtsteiner, Marchisio, Bonucci. Jugadores que gracias a la evolución del equipo son ahora de primer nivel mundial. A estos les sumamos grandes jugadores veteranos: Buffon, Barzagli Chiellini o Vucinic. Y por último, jóvenes como Pogba, Bonucci, Giovinco o Asamoah. Juntos forman una Juventus que pese a la derrota ante el todopoderoso Bayern, vuelve a estar dónde nunca debió de marchar, entre los grandes de Europa.




Os dejo un enlace con lo que cada fin de semana se siente en el Juventus Stadium, con el precioso himno que canta todo el estadio antes de cada partido. Una comunión brutal entre afición y equipo. Verlo entero, vale la pena.    
 http://www.youtube.com/watch?v=b3LjvO5hH-M



jueves, 2 de mayo de 2013

Un Bayern sin piedad de un triste Barcelona

Otro repaso. No hubo ningún atisbo de remontada en el Camp Nou. Durante el primer tiempo los fallos del Bayern a la hora de finalizar las claras jugadas de ataque dejaron vivo al Barça. En la segunda estuvieron más acertados y acabaron por mostrar la diferencia real que hay entre un equipo y otro. Los culés, sin Messi, demostraron que los problemas del equipo van mucho mas allá de la presencia o no del argentino.

Las pocas dudas que podían preocupar al conjunto bávaro se despejaron rápidamente. La primera antes del partido, con la alineación del Barcelona. Messi tocado, no jugaba de titular. Y la segunda tardó diez minutos en desaparecer, ese es el tiempo que necesitó el Bayern para ver que los de Tito no iban a ser un equipo que saliera como pollo sin cabeza a buscar el gol. Fue un comienzo tímido y lento. La única velocidad que había en el partido la ponían los visitantes cuando robaban y salían. Pero aun así, se notaba que el equipo alemán tenía una marcha más guardada. Los locales, tan solo una ocasión de gol, y adoleciendo los mismos problemas que traen en los últimos tiempos: lentitud, poca movilidad, incapacidad para desbordar y falta de ideas en general.

Ya en el segundo tiempo, con el tempranero gol de Robben los visitantes se desmelenaron y a partir de ahí comenzó un baile que duró hasta el pitido final del árbitro. Fueron tres, pero podrían haber sido los que el Bayern se propusiera. La defensa del Barça volvió a quedar en evidencia y es o debería ser motivo de preocupación para los técnicos, y no hablo de nombres, hablo de sistema. A demasiados equipos les resulta sencillo llegar a posiciones de peligro, y si el equipo que hay delante es tan bueno como este, es dar mucha ventaja. Acabó el partido entre largas posesiones alemanas y tímidas intenciones culés de hacer el gol del honor.

La remontada era imposible, pero de ahí a que se viera otro baño, pues yo por lo menos no lo esperaba. Luego analizando, te das cuenta de que todo lo que ha ocurrido en la eliminatoria ha sido controlado totalmente por el Bayern. Ha habido momentos de presionar arriba, de robar y salir a la contra, momentos de tener posesiones largas, momentos para jugar largo y pelear las caídas y momentos en los que ha sabido juntarse más atrás defendiéndose sin mayores apuros. Ese para mi es el mérito de los bávaros, el poder dominar tantos registros del juego. Esto les hace ser un gran equipo y hace que plantees el partido que plantees, nunca se van ver fuera de él.

Todo lo contrario al Barcelona, que no supo cerrarse en la ida para intentar dejar viva la eliminatoria, ni ayer supo encontrar la fórmula para al menos plantar cara al Bayern. Los de Tito no son ni la sombra del equipo que dominó el fútbol mundial los últimos cinco años, era una caída que se veía venir. Demasiados partidos importantes fallidos. Me paro a pensar y de los últimos diez partidos "top", el Barça saca buena nota en muy pocos. De hecho me cuesta recordar una victoria culé en un partido importante en los últimos tiempos, tan solo la remontada en octavos ante el Milan, el resto, más decepciones que alegrías en partidos clave.

Espero que el barcelonismo no caiga en la escusa fácil: "el Bayern es mejor y ya está". La autocrítica es el primer paso hacia la resurrección. El título de liga del Barça mitigará las malas sensaciones que deja esta semifinal, pero de cara a la temporada que viene, tienen que cambiar cosas si no quieren quedarse lejos del 'Super Bayern' que formará Pep Guardiola.



miércoles, 1 de mayo de 2013

Lo que pudo ser y no fue

2-0. A tan solo un gol de la milagrosa remontada. La épica se quedó a mitad de camino con los goles de Ramos y Benzema. Todos estuvieron. Pero falto el punto extra de Ronaldo, que no tuvo el día y el equipo se resintió. Partido que demuestra que el fútbol es caprichoso; el equipo superlativo de los primeros 20 minutos no consiguió adelantarse, en cambio cuando más hundido estaba el equipo, llegaron los dos goles que apunto estuvieron de llevar al equipo a la final.


Rápido, trepidante, vibrante, eléctrico, intenso. Todo esos adjetivos reunieron los primeros compases de partido del Madrid. Presión alta de todo el equipo sin dejar respirar al Borussia impidiendo que salieran jugando, anticipándose a las caídas tras los lanzamientos de los centrales visitantes y ganando todos los duelos personales. Con balón: velocidad de circulación, mucha movilidad de todos los jugadores, precisión en los pases y en definitiva, comiéndose al Borussia. Dicho sea de paso, demasiado tiernos los alemanes en ese rato, incapaces de frenar el vendaval madridista e intimidados por el ambiente que se vivió en el estadio, que esta vez si respondió. Pero en esos minutos cavó su propia tumba el Madrid al no conseguir un gol que debería haber sido vital de cara a las esperanzas de remontada, pudiendo encarar el resto del partido con la cabeza algo mas fría.


A partir del minuto 20, el dominió cesó. El esfuerzo pasó factura y los siguientes minutos fueron de mayor control del Dormunt. Coincidió la recuepración de los visitantes con la lesión de Götze, que tuvo que ser sustituido por Grosskreut y lejos de ser un problema para el equipo, se convirtió en una solución, ya que tanto Götze como Reüs estaban demasiado separados del centro del campo y con la entrada de este, por sus características, hizo que el equipo jugara más junto. Perdió un hombre arriba pero ganó otro en medio campo, lo que le dio mayor consistencia defensiva y mayor control para lo que quedaba de primera parte.

El 0-0 del descansó hundió el ánimo madridista, que se quedó sin el premio de irse a los vestuarios con el marcador a favor, algo que creo que sí mereció. Psicológicamente el Madrid lo pagó. El peso de tener que meter tres goles en el segundo tiempo era demasiado grande. Y así, la segunda parte fue para el Dormunt, mucho más entero física y mentalmente. Gündogan y Reüs cogieron la manija y consiguieron bailar durante un rato en el césped del Bernabeu. Debió sentenciar la eliminatoria el equipo de Klopp en esa primera media hora del segundo tiempo cuando el Madrid, pese a seguir llevando la iniciativa, no encontraba la manera de acercarse con peligro al área rival, se perdía el balón con mayor facilidad y el equipo quedaba totalmente roto.


Pero los alemanes perdonaron, y llegó el arreón definitivo, el séptimo de caballería. Todo el equipo metido arriba, centros al área, rebotes, disparos fallidos, saltos, agarrones.. Y dos goles. Minuto 89 y quedaba el tiempo de descuento para conseguir un tercer gol, pero ya fue demasiado. El partido acabó y el Bernabeu aplaudió y coreó a los jugadores. Un esfuerzo brutal de todos y cada uno de ellos que se hicieron merecedores de aquello que llaman "caer con honor".


Fríamente, aparte del lamentable partido que se hizo en Dormunt, me queda la sensación de que ayer el Madrid pudo pasar por actitud, por esfuerzo, por casta y por convicción, pero no por juego. Cuando las fuerzas flaquearon, los de Mou quedaron desnudos y se vio un equipo sin rumbo que solo funcionó a base del poder de Ramos, que se excedió en algunas jugadas con Lewandowski pero que realizó un partido impresionante, de la magia de Özil, que no se escondió en ningún momento para ser el catalizador de toda la ofensiva merengue, y de Modric, que se resarció del mal partido de Dormunt haciendo un gran trabajo tanto ofensivo como defensivo.


Por su lado el Dormunt, pese a los malos 20 minutos iniciales, supo recomponerse y defender mucho mejor el resto del partido. Demostró personalidad, teniendo el balón con posesiones de calidad que hicieron perder al Madrid los pocos gramos de fuerza que le quedaban, y solo su falta acierto cara a puerta durante el segundo tiempo les condenó a un final de partido que pudo ser dramático para ellos. En el global de la eliminatoria son justos vencedores, la superioridad que mostraron en el Signal Iduna Park, fue mayor a la que ayer tuvo el equipo merengue.



Pudo ser una noche para el recuerdo, pero esta vez el fútbol no lo quiso, entre otras cosas porque el Madrid fue arrollado en Dormunt, y cuando se hace un partido así en semifinales de Champions, se paga. ¿El consuelo? El equipo cayó de pie, con la afición entregada a los jugadores, y se demostró a si mismo que poniendo todo sobre el campo, son como mínimo, igual de fuertes que el Borussia Dormunt. El año que viene más, y esperemos que mejor.